«Abril» se abre hace más de un siglo, imaginando una línea de tiempo alternativa que se ramifica cuando Napoleón III muere como resultado de un experimento científico que salió mal. Resulta que Napoleón y su equipo estaban tratando de desarrollar un suero que haría invencibles a sus soldados. Jugar a ser Dios ha dado lugar a animales parlantes, pero no a la inmortalidad. Cuando explota el Laboratorio del Científico Loco, parece que sus experimentos lo han seguido, pero algunos lagartos parlantes escapan, poniendo en movimiento un elemento único que cambiará la historia para siempre.
La historia se adentra décadas en el frío y steampunk París de 1931. Una joven llamada April (con la voz de Marion Cotillard) observa a sus padres tratar de acabar con el suero de invencibilidad iniciado hace tantos años. Por supuesto, el gobierno quiere tener en sus manos esta herramienta divina, lo que lleva a una escena de persecución que hace que April quede huérfana, su única compañera, su gato parlante Darwin. Da un paso adelante otra década (y no es una coincidencia que la mayor parte de esta historia aterrice en la Europa de la Segunda Guerra Mundial en ‘nuestra’ línea de tiempo) y April ha estado tratando de completar la experiencia ella misma desde entonces. Una guarida secreta en la cabeza de una estatua. . El inspector de policía que acechó a sus padres quiere encontrarla (nunca tuvo al abuelo de April y está convencido de que los padres de April siguen vivos) y, bueno, hay otras sorpresas reservadas para April y su felino parlante.
«Abril y el mundo extraordinario» es una película visualmente fascinante, incluso cautivadora, que alterna entre increíbles detalles pictóricos y líneas refrescantemente simples dibujadas a mano (como un garabato para una ceja o una oreja). La mezcla de planos que parecen estar enmarcados en arte con líneas que parecen casi inacabadas recuerda el trabajo de Sylvain Chomet, el director de una de mis películas animadas favoritas de esta década, «El ilusionista», y Hergé, quien creó «Tintin. Basada en la novela gráfica de Jacques Tardi,» April and the Extraordinary World «se siente retro y nueva. Es una reminiscencia visual y temática de las aventuras en serie de generaciones atrás, pero lo hace con su propia voz moderna, jugando con temas atemporales como la esperanza de que el futuro sea mejor que el presente y que nuestros padres (y nuestras mascotas) siempre vivan.