La toma sugiere «Bonnie y Clyde», pero «Thieves Like Us» solo se parece a ella en los términos más generales de la época y el escenario. Los personajes son totalmente diferentes; «Bonnie y Clyde» eran antihéroes, pero esta banda de Altman no tiene heroísmo. Sólo una especie de laboriosa sencillez, puntuada por algunos con violencia, y por el chico con una especie de amor asombrado. Representan sus pequeños y tristes destinos en dos contextos: uno es el sentimiento pastoral de la campiña del sur, y el otro es una serie de escenas interiores exactamente observadas que recuperan lo que era quedarse dormido un domingo. Tarde lenta y calurosa de verano, con la radio de fondo y los niños jugando pretenden hacer el trabajo de papá. Si papá es un ladrón de bancos, ¿y qué?
La radio está constantemente encendida en el fondo de «Thieves Like Us», pero no se utiliza como fuente de música como en «American Graffiti» o «Mean Streets». Los viejos programas que escuchamos no están destinados a ser escuchados por personajes de Altman; son como música temática, que se repetirá en la película cuando se produzcan las mismas situaciones. «Gangbusters» suena cuando roban un banco, por ejemplo, a pesar de que el banco habría estado cerrado antes de que «Gangbusters» explotara. Está bien, porque la radio no está destinada a ser realista; es el comentario irónico y elegíaco de Altman sobre la distancia entre la fantasía de la radio y esta realidad polvorienta y torpe.
En el corazón de la película hay una hermosa relación entre la joven pareja, interpretada por Keith Carradine y Shelley Duvall. Ambos han estado en películas de Altman antes (casi todos aquí están en su compañía de acciones), y es fácil ver por qué los ama tanto. No parecen estrellas de cine. Comparten una especie de gracia a distancia, la capacidad de proyectar timidez e incertidumbre. Hay una escena en la cama que captura esto; es un doble disparo con Keith en primer plano y Shelley de espaldas, los ojos en el techo, exhalando lentamente pequeñas columnas de humo. No se dice nada. La radio está sonando. De alguna manera, sabemos cómo se siente ese momento tranquilo y cálido.