Que de Series Peliculas El niño que podía volar (1986) reseña de la película

El niño que podía volar (1986) reseña de la película

La película está ambientada en una pequeña ciudad con vallas, árboles de sombra y niños malos que no permiten que los niños pequeños monten en sus triciclos. En una casa destartalada de una de estas calles, se instala una pequeña familia: una madre, una hija adolescente y un hermano pequeño. La niña mira por la ventana de su dormitorio hacia la casa de al lado, y allí ve, tendida en el techo, a una adolescente con los brazos abiertos, lista para volar.

Ella se entera de su historia. A la edad de 5 años, sus padres murieron en un accidente aéreo. En el momento exacto del accidente, comenzó a intentar volar, como si pudiera haberlos salvado. ¿Pero puede realmente volar? El niño vive con un tío alcohólico, que jura que vio al niño robar. Pero el tío ve muchas cosas, no todas reales.

«El niño que podía volar» rodea esta situación con pequeñas historias de la vida cotidiana. La madre (Bonnie Bedelia) regresa a su antiguo trabajo en la industria de seguros y descubre que tiene que aprender a usar una computadora. Su hija (Lucy Deakins) va a la escuela secundaria y se hace amiga de una maestra comprensiva (Colleen Dewhurst). El hermano pequeño (un pequeño tío feroz llamado Fred Savage) planea derrotar a los matones que viven a la vuelta de la esquina. Y al lado, el chico extraño (Jay Underwood) vive en su mundo de sueños y silencio.

¿Puede algo atravesarlo? Sí, resulta que un poder en la Tierra es lo suficientemente poderoso como para penetrar en su autismo, y ese poder es el amor adolescente.

Está enamorado de su nuevo vecino. Ella lo cuida. Un día, le salva la vida. Ella cree que él realmente puede robar, pero nadie más lo hace, y luego el niño es arrebatado a su tío borracho y colocado en una institución, lo que podría aplastarle la mente.

La película se desarrolla en líneas que podemos más o menos anticipar y termina con una nota de alto sentimentalismo. Lo bueno son las actuaciones, especialmente Deakins, un adolescente cálido y empático; Savage, un niño valiente que podría interpretar a Dennis the Menace, y Bedelia, una viuda que todavía llora a su marido.

Películas como esta pueden resultar insoportables si son demasiado gruesas. «El niño que puede volar» prácticamente logra el equilibrio adecuado entre su publicación soleada y el desamor que siempre amenaza con prevalecer.

Deja un comentario