En busca de las olas perfectas, seguimos a los muchachos en su odisea desde el sur de California hasta Costa Rica, de Francia a Sudáfrica, de Fiji a Australia y de regreso a casa, con algunas imágenes. Hawaii aunque Pat y Wingnut no fueron inexplicablemente allí. Durante sus viajes, conocen a los bronceados veteranos de la primera película «The Endless Summer», todos ahora de 30 (o 28 o 27) años, pero todavía pasando el rato en la playa. A veces hay una pequeña cantidad de información, por ejemplo: «Hay ocho millones de zulúes en Sudáfrica, pero solo uno de ellos es un surfista». Desafortunadamente, los cineastas lo encontraron muy zulú y lo entrevistaron sobre un tema que no puede discutir con sus 7,999,999 camaradas zulúes. Es una película con visión de túnel.
Aunque la película tiene una duración de 95 minutos, no contiene mucha información sobre la navegación. Observa que en 1964 los surfistas usaban principalmente tablas largas, pero hoy usan tablas cortas.
No se mencionan las diferencias entre los dos tableros, ni por qué uno podría usar uno u otro. Tampoco aprenderemos cómo se aprende a surfear o qué técnicas y habilidades son útiles. Descubrimos que hay una “ronda profesional”, pero no hay información sobre cómo se califica el deporte o cómo va la competencia. Brown parece fundamentalmente interesado en encontrar grandes olas, surfearlas y ponerse ‘cachondo’. Cruza sus escenas de surf con varias piezas de color local, como cuando Pat y Wingnut pasan por una reserva de caza en un buggy de playa y son perseguidos por leones. Es arriesgado, pero no tan perturbador como las playas en topless de Francia, donde los chicos se encuentran con múltiples senos y buscan el consejo de los surfistas locales sobre dónde buscar durante una emergencia de este tipo.
Hay una inocencia tan inofensiva en todo esto que resulta seductor. Los surfistas, como todos los aficionados, tienen una cierta locura: ven el mundo a través del prisma de su especialidad. Nada más importa. “Si pasaras un día en todos los lugares donde los surfistas surcan las olas”, nos dice la película con nostalgia, “te llevaría 50 años visitarlos todos”. Pero chico, cuando termines, estarías feliz.
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