Larry ‘Doc’ Shepherd (Steve Carell) ha tenido un año absolutamente horrible. Su esposa murió recientemente de cáncer y él acaba de enterarse de que su hijo, Larry Jr., murió en acción en Irak; la película está ambientada a fines de 2003 (la captura de Saddam Hussein se ve en las pantallas de televisión). La noticia de que Larry tiene que acompañar el cuerpo de su hijo a Arlington lo ha sacudido y necesita personas a su lado con las que no ha hablado en décadas, sus dos amigos de Vietnam, Sal Nealon (Bryan Cranston) y el reverendo Richard Mueller ( Laurence Fishburne). Cranston hace un riff cobarde de lo que hizo Nicholson en la película original Ashby, interpretando al miembro rebelde, bebedor y de voz dura del trío; Fishburne es el hombre ahora religioso que no ha perdido la pasión de su juventud, simplemente la canalizó hacia otra cosa; Carell a veces parece el caparazón de un hombre, dando la actuación más discreta y una de las mejores de su carrera. Lo que sigue es esencialmente el escaparate de un actor en forma de road movie.
Y es un escaparate increíble. Linklater ha recibido mucho crédito a lo largo de su carrera como uno de nuestros mejores escritores, pero su trabajo con los artistas aún se siente subestimado. Patricia Arquette, Ethan Hawke, Jack Black, Julie Delpy: Linklater los condujo a actuaciones que serían lo más destacado de sus carreras. Et il fait un travail phénoménal ici en tant que réalisateur d’acteur, permettant à Carell, Fishburne, Cranston et au nouveau venu J. Quinton Johnson (en tant que soldat qui doit accompagner les hommes) de faire un travail fantastique et axé sur les personajes. Es una gran alegría ver a actores tan talentosos tener el espacio para desarrollar sus personajes de tal manera que el intérprete desaparece y solo vemos al personaje. Hay una escena hacia el final en la que el cuarteto está conversando en un tren en el que me di cuenta de lo bien equilibrados y desarrollados que estaban los cuatro intérpretes en ese momento.
Desafortunadamente, Linklater y el coguionista Darryl Ponicsan (quien también escribió el libro y «El último detalle») no siempre confían en la verdad de su situación, sin embargo, elogian las comedias de situación que son genuinamente desagradables. hundir la película. Los ancianos se fusionan con los terroristas; hacer un viaje para comprar algo misterioso llamado teléfono celular; briser «Without Me» d’Eminem, dont Sal est stupéfait d’apprendre qu’il est chanté par un homme blanc – ce sont tous des détournements regrettables de la vérité du film parce qu’ils se sentent tous si complètement comme les artifices d ‘un escritor.