Que de Series Peliculas Love and Human Remains (1995) reseña de la película

Love and Human Remains (1995) reseña de la película

El personaje central es David (Thomas Gibson), un ex actor de televisión que ahora trabaja como mesero y que ha cultivado una pose sardónica y cínica de diversión perpetua. Vive con Candy (Ruth Marshall), quien fue su amante hasta que decidió que era gay.

(Al llegar a casa por la noche, abre la puerta y grita: «¡Cariño! ¡Soy gay!») Su mejor amiga es Benita (Mia Kirshner), una prostituta especializada en una curiosa forma de SM (su especialidad es atar a la gente y contándoles leyendas urbanas como la del «perro» debajo de la cama). Por cierto, es psíquica, lo que probablemente sea de gran ayuda cuando intenta anticipar las necesidades de sus clientes.

Un día en el trabajo, un joven ayudante de camarero llamado Kane (Matthew Ferguson) se acerca a David, quien está fascinado por el estilo de vida gay de David y piensa que él también podría serlo. Es más probable que simplemente adore al héroe mayor, lo que afecta a una superioridad desconcertada; el pobre Kane nunca se siente desconcertado o superior. Mientras tanto, continuando con el tema del cambio de estilo de vida, Candy (¿la recuerdas? ¿La compañera de cuarto de David y su ex amante?) Piensa que podría ser gay y tiene una aventura con Jerri (Joanne Vannicola). ¿O simplemente se vuelve contra David, quien hace alarde de su promiscuidad? En el escenario, estas combinaciones de personajes probablemente sirvieron como trampolín para una serie de conversaciones reveladoras y cómicas (el escenario central era una cama arrugada). El cine, con su mayor realismo, debe esforzarse por reunir a todas estas personas en una misma trama.

El director Denys Arcand se especializa en grandes grupos de amigos vagamente conectados (sus créditos incluyen «Jesús de Montreal» y «Decadencia del Imperio Americano»). Al menos él no martillea lo absurdo como lo hizo Lynch en «Wild at Heart». Él interpreta cada escena por la verdad de los personajes, y tiene una fuerte fuerza unificadora en David, cuyos intentos de mantenerse distante y cínico son, creemos, solo una forma de esconderse de su propio dolor.

Si la historia es en última instancia absurda, los personajes no lo son.

Una de las más interesantes es Candy, la prostituta, interpretada por Mia Kirshner, quien fue la bailarina de mesa en «Exotica» a principios de este año.

En ambos roles, aporta una especie de desapego etéreo, como si aportara consuelo espiritual, no físico. También me gustó la dolorosa sinceridad de Kane, el ayudante de camarero, cuya seriedad en la vida, haz que la vida, es típica de los adolescentes. Lo que no me gustó fue la forma en que Arcand y Fraser, el escritor, desconfiaron de los valores humanos centrales de su historia y fueron tras el asesino en serie para disfrazar el drama como un mero melodrama.

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