Bernie Madoff comenzó con acciones de centavo en los años 60, construyendo una empresa que se convertiría en Bernard L. Madoff Investment Securities. A medida que su empresa creció, Madoff agregó clientes de un perfil increíblemente alto a su lista, a menudo viajando por el mundo para seducir a los ricos para que le permitieran invertir su dinero. ¿El problema? No lo estaba invirtiendo, en absoluto. Muchos estafadores usan sus esquemas para ocultar malas estrategias de inversión, pero Madoff fue más audaz, literalmente tomó dinero de Peter para pagarle a Paul y no puso ni un centavo en el mercado real. Algunas de las anécdotas sobre cómo lograron esto son sorprendentes, incluido el uso de los datos bursátiles del día anterior en los estados de cuenta y el mal manejo de las copias impresas cuando las autoridades fueron a verlas para que no parecieran recién impresas. En un momento, un documento caliente de una impresora en línea se puso en el refrigerador durante unos minutos para que no fuera tan nuevo. Es asombroso y revela cómo Bernie no hizo nada de esto solo. Sería imposible para él hacerlo.
“Madoff: El monstruo de Wall Street” permite que expertos y testigos cuenten la historia, intercalada con demasiadas recreaciones para mi gusto, pero es cierto que este es un material seco que Berlinger y su equipo intentan hacer aquí más atractivo. Sabiamente dedican mucho tiempo en segmentos de entrevistas a Diana B. Henriques, la autora de El mago de las mentiras, quien claramente conoce esta historia como la palma de su mano. Sabe cómo dar a los espectadores todos los detalles necesarios sin que se sienta como una tarea.
Ella también está, como la mayoría de las personas involucradas, justamente enojada con un sistema que falló en tantos niveles. La cantidad de veces que Madoff debería haber sido atrapado es ridícula, a veces se sentía como si estuviera cometiendo delitos a la vista, y el gobierno ignoró a los denunciantes que intentaron derribarlo. El capítulo final de esta serie de cuatro episodios se centra en las consecuencias desgarradoras, que incluyen no solo lo que le hizo al árbol genealógico de Madoff, sino también a los muchos inversores, incluidos los exitosos que retiraron dinero que el gobierno intentó recuperar. «Madoff: El monstruo de Wall Street» se convierte en un cuento con moraleja que nos recuerda que la codicia criminal no siempre se esconde en las sombras. A veces está justo frente a un foco tan brillante que ciega a los encargados de detenerlo.
Toda la serie proyectada para su revisión. Estreno en Netflix el 4 de enero.
