Su diálogo, escrito por Kasdan, es tan circular y conmovedor que a veces casi nos sentimos como si estuviéramos en el sofá. Rara vez responde directamente a algo. Pero por otro lado, tampoco utiliza las viejas fórmulas profesionales; no lo oirás preguntar: «¿Qué piensas?» En cambio, tiene una especie de estilo de conversación lateral. Se dirige en nuevas direcciones. Fomenta el pensamiento lateral. La gente proporciona muchas de sus propias respuestas.
A lo largo de los años, Kasdan se ha sentido atraído por películas con grandes distribuciones; como Robert Altman, quiere conocer a todos en la ciudad. Sus créditos incluyen «The Big Chill» y «Grand Canyon», y «Mumford» es otra pieza de conjunto. Tarde o temprano, casi todos se desvían del camino de Doc Mumford.
Nos encontramos con: Sofie Crisp (Hope Davis), tan crónicamente cansada que tiene miedo de acostarse en el sofá por miedo a no volver a levantarse nunca; Skip Skipperton (Jason Lee), el tipo local de Bill Gates, un multimillonario tan solo que tiene un laboratorio secreto que intenta desarrollar una cura para su soledad; Althea Brockett (Mary McDonnell), que va de compras hasta que se cae; su marido, Jeremy (Ted Danson), que la trata mal ya él mismo muy, muy bien; el farmacéutico local Henry Follett (Pruitt Taylor Vince), sus fantasías encendidas por las revistas pulp; Nessa Watkins (Zooey Deschanel), una adolescente con problemas, y Lionel Dillard (Martin Short), un abogado que Mumford despide como paciente y quiere venganza. También hay otros dos psiquiatras locales, Ernest Delbanco (David Paymer) y Phyllis Sheeler (Jane Adams), que no están interesados en el éxito de Mumford, pero estarían interesados en escuchar cualquier escándalo sobre él.
Algunas de estas personas descubren que están hechos el uno para el otro, y otros descubren que están hechos para cosas mejores de lo que se permitieron probar. La película nos hace bien y nos bañamos en ella. No hay un gran clímax o crisis, y podemos ver los secretos venir por millas, pero de todos modos no es una película de trama. Es una película emocional, una película sobre el estado de ánimo, una evocación del tipo de interacción que a veces estamos hambrientos. En una época en la que nadie tiene tiempo para otra persona, cuando los bolsillos de la gente están llenos de entradas electrónicas urgentes, donde la forma de llamar la atención de alguien es alejarse y alejarse. Llamarlo por teléfono celular, «Mumford» se trata de un hombre que escucha y cuyas preguntas son empujones en la dirección de la curación.