De hecho, es un ladrón. Y lo que roba es la alegría, la esperanza y hasta el futuro del hombre que necesita la mula. «Jean de Florette» es un despiadado estudio de la naturaleza humana, que tiene lugar en la Provenza en la década de 1920. Es la historia de cómo dos agricultores provinciales franceses destruyen sistemáticamente la felicidad de un hombre que sale de la ciudad para arar la tierra.
El hombre de la ciudad es Jean de Florette, un recaudador de impuestos jorobado interpretado por Gérard Depardieu, el actor francés más confiable. Cuando hereda una pequeña tierra en la Provenza, está muy feliz de empacar a su fiel esposa y su hermoso hijo y establecerse en el campo para comenzar de nuevo. Quiere criar verduras y conejos en la tierra, que según el mapa incluye una fuente de agua dulce.
Sus vecinos tienen otras ideas. El ex granjero local (Yves Montand) y su hijo (Daniel Auteuil) han puesto sus ojos en esta tierra durante mucho tiempo, y se dan cuenta de que si pueden desanimar al recién llegado, pueden comprar la tierra a bajo precio. Entonces hacen lo que es necesario. Bloquean el manantial con hormigón, ocultan su ubicación y esperan a ver qué pasa.
Al principio, no pasa mucho. Llueve con regularidad, las verduras crecen y los conejos se multiplican. Luego viene la sequía, y Depardieu se ve obligado a traer agua de un pozo cercano, usando su mula y su propia fuerza, transformándose en una bestia de carga. Desde la mañana hasta la noche, él viene y se va bajo el sol abrasador, y su esposa ayuda cuando puede, pero la carga es demasiado pesada y la tierra seguramente morirá. Fue entonces cuando solicitó el préstamo de la mula Auteuil, y fue rechazado.
El director, Claude Berri, no cuenta esta historia como un melodrama; todos los motivos están expuestos con mucha antelación y está perfectamente claro lo que sucederá. El objetivo de la película no es crear suspenso, sino capturar la implacabilidad de la codicia humana, el sentimiento de que la tierra es tan importante que el espíritu humano puede ser sacrificado por ella.
Para crear este sentimiento, Berri se queda atrás con su cámara. No hay muchos primeros planos muy ocupados, para convertir la historia en una serie de falsos reflejos. Au lieu de cela, tant de plans sont entourés par le paysage et le ciel, et il y a une pièce de décor extrêmement dramatique lorsque le ciel se remplit de nuages de pluie, et le tonnerre rugit et la pluie semble sur le point volverse. Y luego, mientras Depardieu y su familia corren afuera para sentirlo en sus caras, la lluvia cae en otra parte y Depardieu agita su puño en el cielo y le pregunta a Dios por qué fue abandonado.
Pero Dios no lo duplicó, sino sus vecinos. Y la enormidad de su crimen se ve subrayada por el ritmo deliberado de esta película, que es la primera entrega de una epopeya en dos partes (la segunda parte se abrirá en Navidad). Aquí nos damos cuenta de que la codicia humana es paciente y puede esperar años para recibir su recompensa. Y durante este tiempo la vida cotidiana continúa en la Provenza, y los vecinos pasan el tiempo del día y lamentan que sea imposible hacer un préstamo de mula.