En el bosque que rodea la casa de su abuela, Nelly descubre a una niña de edad similar (Gabrielle Sanz) construyendo un fuerte. Su nombre es Marion, al igual que su madre, y tiene un parecido más que pasajero con Nelly. (Las dos actrices son hermanas). Cuando Marion invita a Nelly a su casa, la lleva a la misma casa que Nelly dejó cuando entró al bosque a pesar de no seguir el mismo camino. Mira la reacción de sorpresa de Sanz cuando presiona la parte de la pared que reveló una puerta secreta anteriormente en la película. Ella se da cuenta de este salto al pasado con bastante rapidez y, después de una vacilación inicial, decide seguir donde sea que la lleve esta aventura.
Lo más refrescante de “Petite Maman” es que no juega con su magia, ni la separa de la realidad más triste y oscura que la rodea. Nelly le dice a la joven Marion que ella es su hija, y que sabe que la cirugía a la que se someterá Marion al día siguiente tendrá sus repercusiones, pero también servirá para alejarla de la aflicción que le causó a su madre usar ese bastón. En lugar de preguntar cómo terminaron los dos en la misma línea de tiempo, la joven Marion pide más información. Los dos se unen de una manera que la adulta Marion y su hijo simplemente no pueden. Juegan juegos, y vemos las similitudes entre los dos. Imagínese si conociera a su padre cuando era niño, pregunta la película, y las posibilidades me persiguieron e intrigaron mucho después de que terminó la película.
Me parezco tanto a mi propia madre, y ella se parece mucho a su padre, que murió cuando yo tenía 18 meses. Muchos días me he preguntado que, si lo hubiera conocido mejor, conocería mejor a mamá, y por extensión, me entendería a mí mismo. “Petite Maman” inspira ese tipo de sentimiento, y lo hace de una manera que es simple en la superficie, pero encomiablemente complejo en la introspección. Cuando Nelly y la versión adulta de Marion se encuentran al final, el resultado es emocionalmente abrumador, más aún cuando te das cuenta de que la película logra esta catarsis con dos palabras. Estos dos se están redescubriendo a sí mismos. Olvidamos muchas cosas cuando crecemos. Esta película es un recordatorio maravilloso.
Ahora jugando en los cines.