La película ahora tiene un delicado equilibrio que lograr. Ya no es aceptable presentar a los japoneses como la encarnación del mal; los monstruos de «Bridge over the River Kwai» ahora se ven mejor, como duros y crueles, tal vez, pero no inhumanos, y capaces de sentir cuando los prisioneros forman un coro y comienzan a interpretar obras corales clásicas. (Anteriormente, el guión presentaba insultos racistas antijaponeses en la fiesta de Singapur, para mostrar que los británicos también tenían sus defectos; la película está ambientada en 1942 pero sus actitudes se remontan a 1997). Nos encontramos con los prisioneros. Entre ellas, un grupo notable de mujeres: la música británica Adrienne Pargiter (Glenn Close); La misionera australiana Margaret Drummond, apodada Daisy (Pauline Collins); la enfermera Susan Macarthy (Cate Blanchett); La Dra. Verstak (Frances McDormand) con acento alemán y la estadounidense Topsy Merritt (Julianna Marguilies).
Las condiciones son brutales en el clima tropical, la comida es escasa, las viviendas están sucias y el comandante del campamento (Sab Shimono) supervisa los crueles castigos, incluido uno en el que una mujer tiene que arrodillarse durante horas al sol, quemarse o caer sobre puntas afiladas. Sin embargo, su música redime de alguna manera las condiciones y eleva su moral; el coro incluso calma a los japoneses hasta tal punto que los guardias enviados para silenciarlos no se atreven a detener un sonido tan glorioso (ellos también odian la guerra y se sienten conmovidos por la belleza).
Contada esta historia, y era verdad, uno pensaría que sería suficiente para un guión. ¿Pero estarías en lo cierto? No quería que «Paradise Road» fuera un melodrama, un «Great Escape», digamos, o «Stalag 17» en el que el sonido de la música distrae la atención de los túneles. Ni siquiera hay posibilidad de escapar, ya que están en una isla en medio de un mar controlado por Japón. Desde el principio nos damos cuenta de que la vida en prisión, dentro de ciertos límites, seguirá siendo prácticamente la misma hasta el final de la película. Pero lo que le falta a la película es un arco narrativo que nos saque del bosque.