Aparentemente, la única persona capaz de decirle tales cosas a Sarah Silverman es Sarah Silverman, y claramente no lo ha hecho. Quizás la escena en la que se besó en el espejo proporcione una pista. El resultado es una película que dificultará que la gente acuda a la segunda película de Sarah Silverman. Lástima, porque Silverman es inteligente, divertido y te ciega con giros en U inesperados. Ella podría ser el instrumento de un humor abrasivo y transgresor que atravesaría la mierda del club de la comedia. Pero aquí no está.
Lo has visto antes. Comenzó en «Saturday Night Live» y ha aparecido en 15 películas y numerosos programas de televisión. Es alta, morena y hermosa, y dice cosas impactantes con la expresión precisa y el aplomo de una niña que fue criada sabiendo cómo causar una buena impresión. Parte del efecto es la falta de correspondencia entre lo que dice y cómo lo dice. Si fuera grosera y vulgar, su material sería insoportable: si estás usando el cáncer, el SIDA y el 11 de septiembre como remate, es mejor que sepas cómo obtener el permiso público. Ella hace esto apareciendo demasiado bien educada para entender lo que está diciendo. Ella siempre se corrige a sí misma. Cuando usa la palabra retrasos, inmediatamente se da cuenta de que no es una PC y aclara: “Cuando digo ‘retrasos’ me refiero a que pueden hacer cualquier cosa. »
Por tanto, es una de sus líneas. Sería un golpe para mí citar una docena más y que se reproduzca aquí en la revisión. Será mejor que dé un paso atrás y vea por qué es graciosa pero la película no funciona. El primer problema es la sincronización. Ninguno de sus riffs dura lo suficiente para construirse. Ella se ríe, luego otra, tal vez una tercera, y luego va en una dirección diferente. Queremos que continúe, acumulando una ofensa sobre otra. Queremos verlo en racha.
Está en las partes del documental del concierto de la película. Ella está de pie en un escenario y haciendo el material y hay cortes en la audiencia, pero curiosamente no hay mucha conexión; no parece esta audiencia en esta actuación, sino una audiencia genérica. Luego se aleja de las cosas de documentación para hacer pequeños bocetos. Le premier, dans lequel sa sœur (Laura Silverman) et son ami (Brian Posehn) se vantent de leurs récentes réalisations, est drôle car elle incarne parfaitement quelqu’un qui n’a jamais rien accompli et ne le fera jamais, et qui ment a propósito de eso. Luego la vemos en un automóvil, cantando una canción sobre conseguir un trabajo y hacer un espectáculo, y luego monta un espectáculo. Lo suficientemente justo.