¿Hasta ahora? Con esta mezcla mareante de documental y ficción del director TJ Regan, la secuencia de apertura de la película llega a su punto culminante, por así decirlo, con imágenes ambientadas en la actualidad en las que Rodney Lewis Bonnifield afirma: «Soy DB Cooper».
Bonnifield es un anciano blanco, con sobrepeso y sin afeitar. Wow, ¿cuáles son las probabilidades de que DB Cooper resulte ser una persona así, verdad? De todos modos, la parte documental de la película se centra en los fiadores de fianzas de la vida real Carlos Rocha y Mike Rocha, los productores ejecutivos de la película, y cómo el cumplimiento de una orden judicial para Bonnifield produjo la fantástica historia que Regan y compañía recrean en modo ficticio.
«La gente tiene derecho a saber qué soy y quién soy», afirma Bonnifield. En su mayoría, aparece como el mismo tipo con el que los Rochas atraparon: un tonto tonto que se metió en una pelea con cuchillos. Pero la historia que teje Bonnifield incluye aventuras criminales, así como una aventura en el camino con la cantante Rita Coolidge. Los realizadores incluyen una «entrevista» con un Coolidge joven y ficticio, interpretado por Rainee Blake. Así como una entrevista falsa con los padres de Bonnifield, también interpretada por actores, que se estructura como una mala rutina de comedia. «Era un pequeño empresario», dice Fake Mom. «Era un pequeño bastardo», responde Fake Dad.
Todo esto es bastante aburrido por sí solo. (Y la actuación de Ryan Cory como el criminal, estilizando al joven Bonnifield de la década de 1970 como un completo idiota del siglo XXI, agrava el tedio). Bonnifield les ha proporcionado instrucciones sobre dónde encontrarlo. Alerta de spoiler: si viste el evento televisivo en vivo de Geraldo Rivera «Al Capone’s Vault», sabes cómo resultará.