Sin embargo, «Vamp» es como todas sus otras películas. No sabe qué hacer con ella. A juzgar por los comerciales, uno pensaría que se trataba de una película de vampiros y que Grace Jones era la estrella. Pero, de nuevo, todo lo que obtiene es un tentador papel secundario mientras un grupo de universitarios monopoliza la historia principal. Quizás algún día hagan una verdadera película de vampiros con Jones. Quizás Werner Herzog dirija y Klaus Kinski protagonice, y tendremos una noche inolvidable.
«Vamp» no es esa película. Es una especie de versión vampírica de «After Hours», la gran película de 1985 de Martin Scorsese sobre una larga noche en la gran ciudad cuando todo salió mal. La historia esta vez: para escapar de los rigores de la iniciación de una fraternidad, algunos peones se ofrecen a ir a la gran ciudad y contratar a una stripper para que se presente en la próxima gran fiesta en la casa. Después de caer en una cadena de espacio-tiempo o algo así, emergen en una metrópolis de otro mundo donde el club de striptease local es una fachada para un anillo de vampiros. Los hombres de negocios visitantes son invitados a la trastienda, y esta es la última vez que los vivos los verán.
Jones baila en el club y Dedee Pfeiffer es una bailarina que todavía tiene un corazón humano de oro. Ambos compromisos son interpretados por Chris Makepeace y Sandy Baron, y Gedde Watanabe interpreta al niño rico que traen porque es el dueño del auto. La película tiene sus momentos de inspiración ocasionales, como cuando uno de los niños se convierte en vampiro mientras conserva todos los instintos de un compañero de cuarto de la universidad. Hay algunas líneas divertidas, y la relación entre el niño humano y su mejor amigo, el vampiro, se maneja con muchos giros extravagantes. Pero la película finalmente se está reduciendo, como lo hacen muchas películas en estos días, a uno de esos extremos de la línea de montaje de peleas y persecuciones.
En algún lugar en medio de todo, Jones se pierde. Tiene algunas escenas geniales y luego la abandonan. Eso es lo que siempre pasa. Hollywood debería saber que hay muchos fanáticos de Grace Jones. Por eso anuncian una película como si ella fuera la estrella. Ahora deberían intentar hacer una película en la que ella sea la estrella. ¿No parece ese el siguiente paso lógico?
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