La suerte golpea al día siguiente, cuando en un burdel se encuentra con un viejo compañero del ejército, Forestier (Philip Glenister). Este hombre es ahora el editor político de un diario parisino. Invita a Georges a cenar, y cuando Georges admite que no tiene traje de noche, le da dos monedas de oro para que se las compre. Esto le permite participar en una cena de poder para parejas. No solo Forestier y su encantadora esposa, Madeleine (Uma Thurman), sino también el editor en jefe del periódico, Rousset (Colm Meaney), y su influyente esposa, Virginie (Kristin Scott Thomas), y su novia Clotilde (Christina Ricci), cuya el marido no asiste, pero también es alto y poderoso.
Durante la película, Georges seducirá a las tres mujeres, se casará con una y la hija de otra y demostrará ser un puro podrido, un canalla y un hijo de puta. Las mujeres son todas elegantes e inteligentes, conocen las costumbres del mundo y conocen la historia de Georges. ¿Por qué lo encuentran atractivo? No lo hacemos, y ese fracaso es la ruina de la película.
Su primera conquista es Madeleine, quien no solo tiene la idea de un artículo que podría escribir para el diario de su esposo, sino que incluso lo escribe para él. Es una encantadora de labios color miel que prefiere escribir con un negligé de cuello redondo mientras está tumbada en la cama. Georges vende el artículo (que Forestier seguramente sabe que escribió su esposa), lo ve publicado y se permite la primera de varias sonrisas de satisfacción. Pattinson, por desgracia, es un actor que no domina el arte de la sonrisa convincente. Él sonríe como si estuviera diciendo «¡queso!» En este mundo de sofisticada decadencia, necesita una sonrisa sardónica. Imagínese Jeremy Irons o Ethan Hawke.
La trama es esencialmente sobre los asuntos de Georges, aunque se hacen palabras para intrigar sobre si el gobierno francés está considerando invadir Marruecos. Georges se entera de que en París no son los hombres los que tienen el poder, sino sus mujeres, y se propone ascender en la escala social a través de sus camas. Él deleita tanto a Clotilde (Ricci) que ella los instala en un acogedor nido de amor. Su siguiente víctima es la distinguida Virginie (Scott Thomas), a quien tiene la audacia de invitar al nido de amor para un pequeño pastel rápido, llevándola justo a tiempo antes de que llegue Clotilde.