Las escenas iniciales son soleadas y dulces. Harry (Anthony Edwards) et Julie (Mare Winningham) sont deux jeunes de Los Angeles qui ont ce que les films aiment appeler une rencontre mignonne: ils aiment les regards, et commencent à parler, et c’est le coup de foudre, et ainsi pronto. Harry hace una cita con Julie después de que ella deja el trabajo en el café nocturno donde ella es mesera. Hasta ahora, todo está bien, pero luego Harry duerme y se despierta en medio de la noche, confundido y confundido, y se apresura al café, solo para descubrir que Julie ya se fue a casa.
Fue entonces cuando sonó el teléfono público en la cabina del restaurante. Harry responde y escucha una especie de advertencia de pánico que apenas puede entender. Es algo sobre la forma en que se lanzaron los misiles nucleares, y es demasiado tarde para retirarlos, y los rusos están involucrados y se han desatado los eventos irrevocables que llevaron a la Tercera Guerra Mundial. El tipo al otro lado de la línea no sabe con quién está hablando; cree que llamó a su padre y no sabe que se equivocó de número. Luego se oye el sonido de los disparos y una nueva voz le dice a Harry que ignore todo lo que acaba de escuchar.
Bueno, ¿qué escuchó? ¿Fue una llamada real o una especie de broma pesada? ¿El tipo al otro lado del teléfono sabía realmente de lo que estaba hablando? ¿O quizás Harry sacó todo de contexto y lo malinterpretó? Es el dispositivo mediante el cual la película genera su suspenso; nunca podemos estar seguros de que la llamada telefónica fue genuina.
Al principio, Harry no sabía qué hacer. Y los residentes del restaurante abierto toda la noche no ayudan mucho. Uno es un borracho, otro es una drag queen, uno es el duro encargado de pedidos a corto plazo, y luego está la morena impecablemente arreglada en el mostrador que tranquilamente saca un teléfono celular, marca un número secreto y les dice todas estas cosas. . mal aspecto, que un ataque puede estar en curso. ¿Está loca o qué? La película fue escrita y dirigida por Steve DeJarnatt, quien juega con nuestro sentido de la realidad al establecer un límite de tiempo al comienzo de la película: queda aproximadamente una hora para que lleguen los misiles, si es que llegan. ¿Qué podemos hacer en este momento? Harry intenta desesperadamente encontrar a Julie, la chica con la que quiere compartir sus últimos momentos de vida. Él y el empleado organizan una especie de intento a medias para salir de la ciudad. Luego hay un plan para usar un piloto de helicóptero para transportar por aire a algunos de los personajes fuera del área objetivo. Con todos estos planes desorganizados, vienen la confusión, las malas comunicaciones, los accidentes y las explosiones de violencia, y la cuenta regresiva sigue corriendo.