Fuller se centra en The Sergeant, interpretado por Lee Marvin con la sólida autoridad de un hombre que había visto la acción como un Marine en el Pacífico, y llamó a su otra gran película de guerra, «The Dirty Dozen», un «dinero ficticio». Fuller siempre quiso a Marvin para el papel. Un estudio insistió en John Wayne, pero Fuller dijo que prefería no tomar la foto. Tenia razon. Esta es la pintura de Marvin, y la domina no con heroísmo y habla, sino con habilidad, paciencia, realismo y cierta tierna tristeza. Hay una escena en la que un soldado recibe un disparo en la ingle y el sargento encuentra algo en el barro y lo arroja: «Fue solo una de tus balas, Smitty. Por eso te están dando dos».
Los miembros del equipo desde hace mucho tiempo son Zab (Robert Carradine), un escritor de mascar cigarros que obviamente interpreta a Fuller; Griff (Mark Hamill), a quien no le gusta matar pero cambia de opinión; Vinci (Bobby DiCicco) y Johnson (Kelly Ward). Hay una escena en la que uno de los nuevos reemplazos anónimos lee un libro de bolsillo titulado The Dark Deadline, y Zab intenta decirle que él escribió el libro. El niño no comprende el concepto. Murió antes de terminar el libro.
La película comienza con el horror de la Primera Guerra Mundial, cuando un caballo del ejército, conmocionado por un proyectil, corre furioso por un campo de batalla. Aquí es donde conocemos por primera vez al personaje de Marvin. Al parecer, se convierte en una cadena perpetua en el ejército, es ascendido a sargento y guía a estos niños a través de la próxima guerra. No aprenderemos nada sobre él, ni si está casado, ni si tiene familia, ni siquiera su nombre. En otro sentido, aprendemos todo sobre él. Fuller y Marvin nunca le dan al sargento esos discursos obligatorios de fogata que describen su historia y creencias, y en cambio desarrollan el personaje mostrando cómo se comporta en momentos importantes. Captura a un francotirador alemán, por ejemplo, y descubre que el francotirador es sólo un hijo del último “ejército de niños” desesperado de Hitler. Según los informes, el sargento abatió a otro francotirador de forma regular. A éste, le pega.
Hay detalles que Fuller debió recordar de la época, como el desembarco en África en una posición defendida por soldados del gobierno francés en Vichy que simpatizaban con los nazis. «Si eres Vichy, lucha contra nosotros», gritan los estadounidenses por los altavoces. «Si eres francés, únete a nosotros». La escena establece una distinción de clase entre oficiales y hombres en las líneas francesas. No hay distinción entre el sargento estadounidense y sus hombres.
Algunos episodios suenan como algo que Fuller te diría mientras tomas una cerveza. Como el momento en que el equipo se esconde en una cueva y un alemán tras otro aparece en la apertura, algunos para orinar, otros para echar un vistazo. Los estadounidenses los recogen uno por uno. Ellos mismos están en peligro desesperado, pero la cueva se convierte en su campo de tiro. Y hay una escena en la que dan a luz a un bebé en un tanque alemán que acaban de capturar; En su sincera reseña de la película, Charles Taylor de Salon.com comenta «un detalle verdaderamente surrealista: cinturones colgantes de munición usados como estribos, balas apuntando al estómago de la mujer embarazada».