Esta historia podría ser sobre béisbol, jazz, cirugía a corazón abierto, programación de computadoras, claqué o lectura mental. «The Big Town» tiene que ver con el juego. Matt Dillon interpreta al granjero de Iowa que sigue ganando en las mesas de mierda porque conoce las probabilidades y porque tiene una suerte increíble. Suzy Amis interpreta a la chica simpática, una camarera que apoya a su nieto. Diane Lane interpreta a la chica mala, una stripper casada con Tommy Lee Jones, que es el chico malo. Los empleadores son Lee Grant y Bruce Dern, una pareja casada que son jugadores profesionales con una serie de jugadores de dados, o «armas», bajo contrato.
Agrega algunos toques de carácter y listo. Por ejemplo, Dern estaba ciego al ácido hace años y está buscando al hombre que lo hizo: un hombre con un corazón tatuado en la muñeca. Lane se casó con Jones porque pensó que se haría cargo de la mitad de su negocio, pero estaba equivocada. Y Grant estaba enamorado del jugador de Iowa que envió a Dillon a la gran ciudad para trabajar para ella.
¿Por qué persisto en describir gran parte de la trama? Entonces vemos que la historia tiene poco que ver con la brillantez de esta película. «The Big Town» es compulsivamente visible, no por su trama, predecible en cada detalle, sino por su actuación, puesta en escena y estilo. Es una película hermosa que nunca falla, y Dillon la usa para demostrar una vez más que es un maestro de la actuación natural y no forzado. En una película de época de la década de 1950, llena de clichés, nunca parece menos que absolutamente en casa.
Dillon tiene una especie de conexión espontánea con la cámara. Él nunca parece darse cuenta, nunca parece saber que está interpretando a un personaje. Su actuación es elegante y fluida, y sus escenas siempre parecen comenzar antes de su primer plano, por lo que lo vemos en medio de un movimiento. «The Big Town» requiere que pase mucho tiempo jugando a los dados, y no pensarías que sería posible traer algo nuevo al ver a un hombre tirando dados sobre una mesa, pero Dillon lo hace. Tiene pequeños movimientos, pequeños toques sutiles de lenguaje corporal, que hacen que cada lanzamiento sea importante.