Esta vez, interpreta a John Moss, un detective de homicidios tras la pista del Party Crasher (Stephen Lang), un asesino en masa que se especializa en disparar a sus víctimas en medio de clubes nocturnos, generalmente después de invitar a la policía a asistir. Moss casi agarra al Crasher en la apertura de la película: hay una escena típica de Woods en la que está colgado de la puerta de un camión a alta velocidad mientras el Crasher está detrás del volante, pero después de que casi lo matan, su comandante lo retira del asunto. .
¿Cuál es su nueva misión? Una estrella de acción de Hollywood llamada Nick Lang (Michael J. Fox) quiere más autenticidad en sus actuaciones, y cuando ve un clip de Woods en las noticias, sabe que es su hombre. Quiere entrar en la vida de este policía, seguirlo a todas partes, estudiar sus métodos y sus modales, vivir en su apartamento y ver qué le motiva. Incluso se hace amigo de su novia (Annabella Sciorra). Woods no quiere ser parte de este plan e informa a su comandante en un lenguaje directo y colorido. El comandante le dice que es una orden.
Esencialmente, es solo otra versión de la antigua y confiable película Police Partner, en la que el veterano tiene la tarea de tomar a un recluta bajo su protección. Pero los realizadores están aumentando la energía hasta que la película cobre vida propia. El director, John Badham, sabe cómo hacer imágenes de género; sus créditos incluyen «Stakeout» y «WarGames». El guión, de Daniel Pyne y Lem Dobbs, es inteligente y divertido y le da a Woods algunas vulgaridades realmente divertidas.
Las acrobacias y la dirección de la acción, el trabajo de la segunda unidad y los efectos especiales son fluidos y emocionantes, especialmente una escena culminante que logra parodiar «North by Northwest» mientras sustituye a Times Square en Mt. Rushmore.
Pero sobre todo, de lo que estamos hablando aquí es de energía. Hay un cierto entusiasmo estimulante y de gran altitud que se obtiene de los actores que trabajan bien hasta el límite de sus habilidades, y eso lo entendí durante «The Hard Way». Ante una trama potencialmente predecible, Woods y Fox parecen haber acordado aumentar la tensión para tratar de representar cada escena al máximo. También se arriesgan con sus imágenes, o al menos lo hace Fox (Woods siempre se ha jactado de su papel como el maníaco asesino de ratas de la ciudad de la velocidad). El resultado es divertido, entretenido, emocionante y, cuando miras debajo de la superficie brillante, un ejemplo de profesionales que saben lo que hacen y les gusta hacerlo.