Miriam de Sims-Fewer parece preocupada al comienzo de la película mientras camina hacia una cabaña en el bosque con su esposo, Caleb (Obi Abili). Hay una renuencia entre ellos mientras viajan por las carreteras escénicas en ruta hacia su destino. Y aunque las imágenes en cámara lenta de los árboles, bosques y lagos por los que pasan puede parecer frías y bucólicas, claramente hay algo siniestro acechando debajo. Los realizadores vuelven una y otra vez a la imagen de un lobo atacando a un conejo en el bosque, mordiendo su carne peluda en un primer plano. Esto puede parecer una metáfora obvia, pero quién es el depredador y quién es la presa cambiará con el tiempo.
Esperando en la cabaña están la hermana de Miriam, Greta (Anna Maguire), y el esposo de Greta, Dylan (Jesse LaVercombe). Pero aunque la relación de las hermanas es un poco agria, Miriam y Dylan tienen una conexión inconfundiblemente atractiva. Caminando y hablando en el bosque, comparten una química chispeante. Ambos también se burlan el uno del otro, notando pequeñas peculiaridades, lo que sugiere un grado de cuidado y afecto.
Eventualmente, sin embargo, las cosas cambian después de una noche de borrachera junto al fuego. Y luego vuelven a cambiar. Revelar más sería un spoiler, y si tienes estómago para «Violación», debes saber lo menos posible sobre puntos específicos de la trama. Pero basta decir que la estética cálida e íntima de la primera mitad de la película da paso a un enfoque más gráfico, oscuro y directo. Es sangriento, sangriento y maloliente, para uno de los personajes de la película y para nosotros. De una manera que recuerda a Lars von Trier, la cámara no mira para otro lado, aunque probablemente sentirá la necesidad de hacerlo usted mismo. Pero no hay arrebato de satisfacción en esta venganza. Es simplemente repugnante y triste.
Sims-Fewer y Mancinelli quieren que veamos a Miriam con claridad y asimilemos lo que está experimentando, para que le prestemos toda nuestra atención a medida que atraviesa su angustia. Y, sin embargo, como personaje, es un poco numerosa, a pesar de las actuaciones crudas y comprometidas de Sims-Fewer. Nunca sabemos de qué se trata con su esposo, y no hay absolutamente nada en su personaje. Es aún más lamentable que Caleb, que es negro, sea la única persona de color en la película.
La decisión de los realizadores de contar la historia en orden cronológico también es problemática. Se saltan el tiempo de una manera que al principio nos desorienta y nos hace trabajar, porque no está claro si los momentos que vemos son antes o durante el fin de semana en pareja. Otro elemento confuso es que estas escenas también tienen lugar en la cabina. La confusa estructura narrativa permite algunas revelaciones a-ha, pero sobre todo crea distancia para el espectador.