Que de Series Peliculas Robin Hood: Prince of Thieves (1991) reseña de la película

Robin Hood: Prince of Thieves (1991) reseña de la película

Y la cantidad de sangre es espantosa en una película que probablemente esté destinada a un mercado familiar.

Para empezar con la sangre: la película comienza con una mano cortada y continúa con varias amputaciones, gargantas, puñaladas, quemaduras, flagelaciones, ahorcamientos (un niño pequeño es una de las víctimas programadas para el ahorcamiento), explosiones y caídas. Grandes alturas, antes de llegar a una especie de clímax cuando el Sheriff de Nottingham intenta violar a la sirvienta Marian, y logró abrir sus piernas (una foto a nivel del suelo aquí) antes de que Robin Hood no salga por la ventana para salvarla.

Luego está el clima moral general de la película, en el que todos los sacerdotes son vistos como cerdos corruptos o borrachos, y el sheriff consulta a una anciana en un calabozo que predice el futuro leyendo sangre y huesos de pollo. El secretario principal de Nottingham es un mentiroso y inverso, que casa a Marian con el sheriff contra su voluntad mientras el castillo está bajo asedio. Sabes que hemos entrado en una era litúrgica frágil en la que Fray Tuck es la persona más religiosa de la película.

La película presenta a Robin Hood como una especie de guerrillero populista, un Che Guevera con arco y flechas que vive con sus seguidores en el bosque de Sherwood e intercepta el correo del Rey mediante túneles y escondites camuflados bajo el suelo del bosque, al estilo del Viet Cong. .

Su mejor amigo y mano derecha es un moro (Morgan Freeman), a quien trajo de Tierra Santa después de salvarle la vida en prisión. Su mayor problema de disciplina es un joven exaltado (Christian Slater), que obviamente está desbordado con un secreto que quiere compartir que es increíble que Robin pueda esperar casi el final de la película antes de aprenderlo.

Mucho se ha dicho sobre el acento británico de Kevin Costner, o su falta de publicidad antes de la película. Ni el acento ni la falta de él me molestaban en lo más mínimo. Lo que me molestó fue que los cineastas nunca encontraron el tono adecuado para Costner, independientemente de su acento. No es alegre, rudo, cómico ni heroico, sino más bien un Robin Hood reflexivo, civilizado y socialmente responsable, una especie de santo no partidista que quiere preservar el reino de Ricardo, el León ausente.

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