Para no dejarse superar por el enorme personaje de su estrella, «Susanne Bartsch: On Top» es rica en imágenes de archivos personales y testimonios de primera mano. Es como si cualquier otro clip de la película fuera un vistazo a una época pasada. Bartsch todavía vive en uno de los estrechos apartamentos del Chelsea Hotel, como si los dos iconos de Nueva York se abrazaran mientras el barrio y la ciudad cambian a su alrededor. Bartsch dio el salto por primera vez a Nueva York a principios de la década de 1980. Originaria de Suiza con una breve temporada en Inglaterra, ayudó a llevar la escena punk de Londres a su boutique de Chelsea y rápidamente se integró en la escena de los clubes nocturnos. Años más tarde, en respuesta a la crisis del sida que diezmaba a sus amigos, Bartsch reunió empresas para una recaudación de fondos, invitó a artistas y amantes de la moda y contrató a bailarines de moda de Harlem para que lanzaran una pelota. Incluir a la comunidad gay del centro de la ciudad en la conversación sobre lo que se describió principalmente como una crisis del centro de la ciudad era poco común en ese momento, y fue una demostración pública a gran escala de apoyo a los grupos marginados.
Como madre atenta de la vida nocturna de Nueva York, su ocupación va más allá de la planificación de eventos. También es diseñadora y mentora de los artistas creativos que dirigen sus noches y calientan a las multitudes. Las palabras «vestirse para impresionar» no son solo sugerencias, sino un mantra. La película dedica mucho tiempo en pantalla a artistas creativos que inventan trajes surrealistas que estarían en casa en una pintura de Dalí. Los montajes cuidadosamente compuestos de imágenes de la pista de baile difuminan las tomas de personas hermosas que se divierten. Las luces multicolores del club rebotan en la piel y secuencian atuendos como una versión disco de Northern Lights.
En ciertos momentos de la película, las fiestas se detienen el tiempo suficiente para que Bartsch se vuelva completamente introspectivo sobre su vida. Al quitarse capas de vestuario y maquillaje, se revela a una artista que aprendió lo que era llevar una doble vida cuando descubrió que su padre tenía una amante y una familia oculta. Ella es una artista que se enamoró (y regresó) de un novio poco común, un culturista, y equilibró su loca agenda para interpretar el papel de madre para su hijo. Estas historias son tan conmovedoras como los adorables testimonios de otros artistas.