Los personajes de Cody crecen con ella; de hecho, escribió «Tully» después de tener un tercer hijo, y el hecho de que es una historia tan personal ha sido evidente desde el principio. Es intrincadamente detallado y narrativamente ambicioso. Y es sorprendentemente profundo, acercándose sigilosamente a usted con una emoción subestimada pero totalmente ganada al final.
Tener a Charlize Theron en el centro una vez más le da a «Tully» una gran parte de su poder. Como demostró al interpretar a la reina del baile de graduación de «Young Adult», Theron no tiene miedo de que no le guste, de ensuciarse. Aquí, visita lugares profundos y oscuros en la psique femenina, así como la santidad de los suburbios, y cada momento en la pantalla (que es casi cada minuto de la película) vibra con una honestidad hilarantemente brutal.
Vemos su vientre antes incluso de verla a ella. Marlo de Theron está a unos días del nacimiento de su tercer hijo, que no se esperaba exactamente a los 40 años, y está a punto de ser liberada. Ya tiene una hija de 8 años, la dulce Sarah (Lia Frankland), y un hijo de 6 años llamado Jonah (Asher Miles Fallica), que se encuentra en algún lugar del espectro autista y al borde de la deportación. jardín de infancia. Su esposo, Drew (un Ron Livingston bastante discreto), está de acuerdo con eso, pero viaja mucho por trabajo y no comprende muy bien lo que se necesita para mantener las tareas domésticas funcionando a diario.
Cualquiera que sea el delicado equilibrio que habían logrado, se rompe con la llegada de la pequeña Mia. La mirada sutil en el rostro de Marlo una vez que da a luz no es de euforia o incluso de orgullo exhausto. Es algo más parecido a la ansiedad indiferente: se acerca el cambio y ella sabe que tiene que lidiar con él, pero simplemente no está lista.
Entra Tully (Mackenzie Davis), el hermano rico y presumido de la enfermera nocturna que Marlo (Mark Duplass) se ha ofrecido a contratarlo como regalo para ella. Al principio, Marlo se siente ofendida porque no puede ser madre de sus hijos sola, pero cede una vez que el frenesí por la falta de sueño pasa factura. ‘Tully’ retrata de manera vívida y efectiva la naturaleza aislante de esos primeros días en casa con un bebé: un ciclo interminable de alimentación y extracción, llanto y cambio de pañales, cuando no puedes recordar hacerlo. Está bien si has estado afuera mundo, ducharse o cepillarse los dientes mucho menos. Marlo también tiene otros dos hijos que necesitan atención y, finalmente, reconoce que podría necesitar ayuda.